Descripción
El veterano investigador de fenómenos anómalos Marcelino Requejo nos presenta los sucesos anómalos más extraños que ha investigado en los últimos años. Además de su habitual capacidad para atrapar al lector y estudiar exhaustivamente cada uno de los casos, Requejo muestra evidencias de que detrás de fenómenos aparentemente tan dispares se encuentran una serie de entidades de dimensiones paralelas a la nuestra que toman distintos «disfraces» para interactuar con los humanos e influir en el devenir de la historia.
El libro describe docenas de casos recogidos por el autor de primera mano e indaga en las implicaciones y detalles de cada incidente. Finalmente, estructura una documentada teoría sobre la presencia de estas entidades y sus implicaciones.
El autor
Marcelino Requejo estudió Ciencias Químicas, aunque trabajó durante décadas como funcionario del Ministerio de Justicia. Está considerado uno de los mejores investigadores de OVNIs de España y lleva más de 40 años estudiando todo tipo de fenómenos extraños. Es autor de los libros OVNIs: Alto Secreto, prologado por J.J. Benítez, Apariciones marianas: la respuesta definitiva y Más allá de lo sobrenatural, todos ellos publicados por Ediciones Cydonia. También participó en el libro coral Hay otros mundos, pero están en este (Ediciones Cydonia, 2021).
ÍNDICE
Introducción
Capítulo 1: Perfume mortal
Capítulo 2: Augurios nefastos
Capítulo 3: Viajes a otro tiempo
Capítulo 4: Menudos y gigantes
Capítulo 5: Difuntos al teléfono
Capítulo 6: Apariciones de fallecidos
Capítulo 7: Encuentros
Capítulo 8: Damas
Capítulo 9: En la frontera de lo imposible
Capítulo 10: Universalidad de una fenomenología inquietante
Bibliografía
Agradecimientos
Introducción
En las páginas que siguen el lector encontrará nuevamente toda una inédita batería de insólitos testimonios que no le dejarán indiferente; al contrario, tras la lectura de cada uno de ellos, se hallará inmerso en una incómoda disyuntiva: o bien pensará —con toda razón— que el testigo no estaba en sus cabales, o bien se inclinará a creer que su apreciación de lo ocurrido fue errónea.
No obstante, va en aumento el número de personas dispuestas a admitir la posibilidad de que existan otras dimensiones o planos paralelos que interactúan con nuestra realidad cotidiana provocando las absurdas escenas descritas por quienes dicen haberlas presenciado.
De ser cierta la idea de que otras realidades entran esporádicamente en contacto con nuestro mundo tridimensional, deberíamos considerar la posibilidad de que los absurdos fenómenos vividos por los testigos no sean sino una distorsión del fenómeno real que penetra desde esa impalpable dimensión, pero que la mente del sujeto, incapaz de procesarlo por ser de naturaleza diferente, trata de acomodarlo a su propia realidad.
En definitiva, nunca podremos estar seguros de nada de cuanto observamos, y menos aún de sucesos de naturaleza tan absolutamente surrealista como los que se van a exponer. Esta no es una afirmación gratuita, pues en palabras del premio Nobel de Física Werner Heisenberg, padre de la Física Cuántica, «lo que observamos no es la naturaleza en sí misma, sino la naturaleza expuesta a nuestro método de cuestionamiento».
El científico alemán, inclinado también a las teorías filosóficas, solía decir que la materia no es estática ni predecible. A su entender las partículas subatómicas no son «cosas», sino tendencias. Y, precisamente, de partículas subatómicas estamos conformados nosotros mismos y toda la materia que nos rodea.
El «principio de incertidumbre» de Heisenberg podría resumirse de una manera filosófica de la siguiente manera: en la vida, como en la mecánica cuántica, nunca podemos estar seguros de nada. Por ello, esta forma de contemplar el principio de indeterminación nos obliga a ser extremadamente cautos a la hora de enjuiciar y emitir veredicto sobre la anómala casuística que se va a encontrar el lector.
Por mi parte, me limito en este trabajo a transmitir las experiencias de los protagonistas tal cual ellos mismos me las han confiado, procurando en todo momento seguir el dictamen de los versos que el poeta José Zorrilla plasmó en la dedicatoria que encabeza su volumen de Poesías:
«El pueblo me lo contó
sin notas ni aclaraciones:
con sus mismas expresiones
se lo cuento al pueblo yo».
En algunos capítulos llevaré a cabo una exposición comparativa del caso por mí investigado con otros similares ocurridos en lugares muy variopintos, y ello con la única finalidad de poner de manifiesto ante el lector el carácter universal que posee toda esta extraña y diversa fenomenología.
Concluida la lectura de los enigmáticos episodios que siguen, extraiga cada cual sus propias conclusiones.
